El branding personal se compone de dos aspectos, el personal y el profesional. Un sano equilibrio de ambos te ayudará a consolidar en conjunto tu marca personal.

Muchas personas no piensan en la importancia de su marca hasta que comienzan a buscar empleo, desean obtener un mejor puesto en la empresa que laboran o quieren ampliar su cartera de clientes, pero vale la pena hacer una pausa y analizar cómo nos presentamos hacia los otros y si ellos nos perciben de la misma manera.

En palabras de la Dra. Dawn Graham, colaboradora de Forbes y autora del libro “Switchers: How Smart Professionals Change Careers and Seize Success” (“Switchers: Cómo los profesionales inteligentes cambian de carrera y se apoderan del éxito”), prestar atención a la formación de nuestra marca, impactará de manera significativa en:

  • Qué actividades o proyectos nos invitan a participar
  • La información que otros comparten con nosotros
  • Cuánto nos pagan o si nos ascienden o nos contratan
  • Quién se asocia con nosotros

Por ello, es importante identificar que nuestra marca está compuesta por dos lados: el personal y el profesional. A continuación, te explico ambos y de qué manera comenzar a gestionarlos para maximizar tus oportunidades profesionales.

Branding personal
Cada uno de nosotros poseemos rasgos y características que nos distinguen y éstas se ven reflejadas en todos los entornos en que nos movemos. Por ejemplo: una persona puede ser reconocida por su organización; por lo tanto, en la casa y en el trabajo resaltará esta característica.

Nuestra marca personal va de la mano con los valores y creencias que poseemos y, generalmente, se mantienen estáticos a lo largo de nuestra vida.

Es por eso que, cuando las características de la empresa o el rol que desempeñamos en la misma, se alinean con nuestra marca personal, existe mayor posibilidad de acoplarse y desarrollar en gran medida nuestro potencial.

Branding profesional
Tiene que ver con la función profesional que desempeña o su experiencia; sin embargo, puede incluir aspectos de la marca personal.

El branding profesional puede cambiar o expandirse, es decir, si se adquieren nuevos conocimientos en el ámbito en el que se labora o si cambia completamente de sector. Por ejemplo: si eres reconocido como el mejor mercadólogo en el ámbito digital, y decides dedicarte a la docencia; la experiencia laboral seguirá siendo parte fundamental de tu marca, pero también puedes resaltar tu capacidad de transmitir tu conocimiento y el manejo de la palabra frente a un público.

Ambos lados del branding son igual de importantes, puesto que nos representan como persona frente a una audiencia y forman parte de la imagen que las personas tienen de nosotros.

Recordemos que el 93% de nuestra comunicación es no verbal y sólo un 7% de lo que entendemos es a través de palabras; por ello, la Dra. Graham afirma que nuestro comportamiento proporciona datos importantes que otros utilizarán para llegar a conclusiones sobre nuestra marca, y cada uno de nosotros tiene control sobre nuestras acciones.

Fuente: Merca2.0

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